jueves, 17 de mayo de 2018

El misterio de la Torre de Palos

Quién no ha oído cosas de la Torre de Palos, quién no ha estado?
Yo mismo he estado, me encanta, primero de día.



Luego de noche, como no...aquí y ha solas oía de todo.
Dicen que se quedó un fraile y muy enfadado...ya no volví solo.
Eché mano de Juanjo Quilez, éste se puso en contacto con el niño de las luces, o lo que es lo mismo, Pedro Javier. Conseguimos reunir 12 personas un viernes noche, y oras 12 el sábado, era la única manera de eliminarlo de allí.


Yo os contaré lo que vimos el sábado, fue bestial, a la primera lo vimos, en la capilla, donde nos encerró toda la noche. Se nos presentó de muchas formas, el fraile no nos tenía miedo. 


Nosotros tampoco, producía distintas luces en la capilla, no nos daba miedo.


Se nos enfadó mucho más, seguía asustándonos, quería que nos fuéramos, nosotros queríamos que se fuera él. empezó una lucha por la posesión de la Torre de Palos.  


No nos ganaba, nosotros le podíamos.


Gastaba todas sus energías en coger formas diferentes, efectos terroríficos...brutal.


Se cansaba, le ganábamos, el fraile se iba apagando... 


En sus últimos intentos por defender la capilla....


aún sacaba algo de energía, la última.


Se quemaba, veía que le ganábamos.


Un último cartucho, nos salio con guadaña en mano. 


Imposible, le ganamos, se nos esfumó en forma de esferas.


Pero no estaba solo, senos aparecieron fantasmas.


Cada vez más débiles, tampoco nos ganaron, ya no se las horas que llevábamos allí, el reloj no contaba.


Presencias sin vida, estaba poseída la Torre de Palos?


Más formas, pero seguían sin vida.


Horror...este personaje intentaba salir, quería irse con nosotros, quería deshacerse de su vestimenta.


Gritaba, pedía auxilio...no estaba en paz...


Cada vez salían más seres extraños, más enfadados, con este tuvimos que pelear. 


Sus múltiples manos, nos impedían la salida.


Sus amigos en forma de esqueleto le ayudaban.


Pero nosotros teníamos a Miguel, el gran exorcista del grupo. 


Se produjo una lucha intensa, para liberar la salida.


El señor de las múltiples manos, nos vencía.Se reproducían sus extremidades.


Y Miguel pudo con él. Es un grande.


Una última forma salió a darnos las gracias.....íbamos a entrar sin miedo ya, el resto de nuestras noches. Todo había desaparecido.


Al final, nos tuvimos que hacer una foto de grupo, la guardaremos para siempre.





En el centro el culpable de todo esto, que a gusto nos fuimos.
La Torre de Palos quedó libre para siempre gracias a todos.

Algo contaría como hicimos estas tomas, pero le dejo el privilegio a Pedro Javier, con sus cursos que realiza por donde lo llaméis a través de el niño de las luces.

No dudéis en llamarlo, lo pasamos muy bien.

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