miércoles, 24 de abril de 2019

Nacimiento del Río Pitarque, Teruel.

Tras una semana santa pasada por agua, me he acordado de la excursión que hicimos al nacimiento del río Pitarque el 27 de Octubre del 2018. Me consta que ahora mismo debe de bajar agua por la Chimenea, casi casi como en esta foto, con los pies en el agua y sin badeador cualquiera se lo lleva por el peso añadido al equipo. 
Ya había estado otras veces, pero así no lo había visto nunca, eso sí me tuvo que avisar Rosa, y de inmediato planificamos la salida.



Para llegar a esta foto, empezamos desde el centro de Pitarque, o mejor dicho, desde el bar. Que nos sirvieron unos huevos fritos de miedo, y a las 12 de la mañana. 
El motivo tan tardano fue la lluvia, que a pesar de salir a las ocho de la mañana y lloviendo, nos aventuremos a ir, con varias paradas a tomar café hasta dicho almuerzo. Fue acabar y despejarse el cielo, hasta justo un kilómetro antes de volver a llegar a Pitarque, una suerte vamos, pero la suerte se busca, si nos hubiéramos quedado en casa, no lo huiéramos conseguido.
Y como no, ya la líamos antes de salir. Para esta primera foto de la Iglesia, ya iba perdido de mis compis, ellos salieros por el camino correcto y yo por una senda paralela.


Y encima los preocupé, y sin cobertura, se me pararon e incluso volvieron al pueblo a preguntar por mí, y yo seguía para adelante haciendo fotos, ya los alcanzare decía. 
que paciencia tuvieron que tener Juan Carlos, Maria Jesús, Juanjo, Rosa, todos preocupados. Y yo tan feliz chino chano.


Impresionantes vistas de Pitarque durante el trayecto.






Yo creo que por aquí ya se nos estaba uniendo Michel, contactamos con un hilo de cobertura, pero nada, yo chino chano, y que no los alcanzaba.
Menos mal que tenía este paisaje y vegetación, buitres, águilas reales y cabras montesas.


Pitarque poco a poco alejándose.







Al fondo la Ermita de Virgen de la Peña.








En la ermita, tenemos la posibilidad de hacer un pequeño descanso en unos merenderos para la ocasión.






A esta altura encontramos una central hidráulica parada ya de hace unos cuantos años.
Pero no la retraté...Erroorrrr..




Y llegado al nacimiento, menuda alegría, podía cruzar este puente, unos días antes no se podía porque saltaba el agua por encima, nos seguía acompañando la suerte.
Panorámica a pulso de tres o cuatro tomas verticales.


Y aquí ya podemos observar la Chimenea y justo detrás, el Ojal de Malburgo.
Y con lo que me cuesta montar el trípode y los filtros y aún estaba solo.
Donde se habrían metido?


Otra toma más cercana y con los pies a remojo. Que espectáculo.
Tras descansar un ratico y al inicio de la vuelta, me los encontré, y es que como os he dicho al principio, se volvieron a por mí, e iniciaron la ruta de nuevo cuando yo ya debía de llevar un kilómetro andando. Jejeje....


Que bien lo pasamos, recomiendo su visita como no, y el almuerzo del bar...

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